











Aceite Shunga Vino de frutilla efecto Calor
El Aceite de Masaje Shunga Vino de Frutilla es perfecto para los juegos preliminares. Su delicioso sabor a vino de frutilla y efecto calor al soplar estimulan los sentidos y crean una atmósfera íntima y sensual. Comestible, seguro para el cuerpo y con textura sedosa, no deja residuos pegajosos. Ideal para masajes eróticos, está elaborado con ingredientes de calidad y viene en un elegante frasco de vidrio. Seguro para zonas íntimas y apto para todo tipo de piel.
Aceite Shunga Vino de frutilla efecto Calor
El Aceite de Masaje Shunga Vino de Frutilla con efecto calor combina el arte del erotismo con el placer del tacto y el gusto. Elaborado por la reconocida marca canadiense Shunga, este aceite aromático está diseñado para intensificar los juegos previos y crear un ambiente íntimo inolvidable. Su sabor dulce a vino de frutilla y su fórmula comestible permiten explorar el cuerpo con besos y caricias, agregando una dimensión deliciosa al momento.
El aceite se activa con el aliento, produciendo un suave efecto calor que despierta la piel y amplifica las sensaciones. Su textura ligera y sedosa permite un deslizamiento fácil durante los masajes y no deja residuos grasos ni sensación pegajosa. Además, está dermatológicamente probado, libre de parabenos y es apto para todo tipo de piel, incluso la sensible. Puede aplicarse en cualquier parte del cuerpo, incluyendo las zonas íntimas, sin causar irritación.
El frasco de vidrio de 100 ml incluye la estética clásica de Shunga, con ilustraciones de arte erótico japonés que evocan sensualidad y sofisticación. Este aceite es ideal tanto para parejas que desean innovar en su intimidad como para quienes buscan un producto de alta calidad y segura aplicación corporal.
El Aceite Shunga Vino de Frutilla efecto calor es una elección perfecta para quienes desean intensificar la conexión física y emocional con su pareja. Su fórmula gourmet, aroma seductor y diseño elegante lo convierten en un favorito entre los aceites comestibles y sensoriales.
Con Shunga, cada momento íntimo se transforma en una experiencia artística y placentera.